El gobierno brasileño divulgó los datos publicados por el Banco Central de dicho país, donde se registra un déficit acumulado de 12 meses equivalente al 4,72% del PBI en el mes de octubre.
Este resultado abarca al sector público consolidado, es decir Gobierno federal, regionales y municipales, e incluye intereses de deuda pública. Sacando esto último y eliminando transferencias y contribuciones internas Brasil registró un déficit primario global del 3% del PBI.
Esto nos indica que el déficit fiscal consolidado fue el más bajo desde octubre de 2014, y que después de la pandemia, Brasil vuelve a la prudencia del gasto público con el que asumió Bolsonaro en 2019. Hay que destacar que el presidente logró coordinar la disciplina fiscal con el Gobierno federal, pero también con los distintos gobiernos regionales, incluso con la oposición.
Los gastos del Estado federal determinados por la política fiscal del ministro de Economía Paulo Guedes pasaron de representar 26,7% del PBI en noviembre de 2020 hasta llegar al 19,6% del producto en septiembre de este año, eliminando los gastos provocados por la pandemia. El ordenamiento de las cuentas públicas es una de las prioridades de Jair Bolsonaro de cara a las elecciones de 2022.