Los gobernantes porteños anunciaron nuevos protocolos para la vuelta a clases prevista para el 22 de febrero que incluyen nuevas flexibilizaciones y añadieron que la idea era “volver a la normalidad”. Asimismo, el Jefe de Gobierno remarcó: “Hace dos años que los chicos no comparten recreo con chicos de otros cursos, necesitan rutinas estables y un contacto normal y fluido con sus docentes y compañeros”.

A saber, las nuevas medidas incluyen:

1) Levantamiento de burbujas, libertad para espacios de interacción.

2) No habrá aislamiento por contacto estrecho, solo el menor o adulto tendrá que aislarse frente a un caso positivo.

3) Por ahora se mantiene la señalización y sentidos de circulación y los turnos de almuerzo. También se mantiene el uso de barbijos de forma universal.

4) Quizás la medida más importante, es que no se pedirá el pase sanitario. En todo caso, se ampliarán los centros de vacunación para que se elija con libertad cuándo y dónde vacunarse.

Los datos de la vacunación son los que llevaron a que se promulguen las nuevas medidas, los contagios bajaron a la mitad de lo que eran la semana pasada, y se tiene en cuenta que más del 90% de la Ciudad de Buenos Aires está vacunada contra el CoVid, esto incluye a los adolescentes de 12 a 17 años, el 85% (es decir, 201.655 personas) tiene la primera dosis y el 78% (184.240) ya se inyectó las dos dosis.

Como apreciación personal, es curioso cómo los gobiernos tienen tanto control sobre las escuelas y por lo tanto sobre lo que se les pone en la cabeza a nuestros hijos, así como las decisiones sobre cómo deben socializar y que deben llevar puesto en vez de darles libertad a las escuelas (que no son más que lugares que proveen servicios) decidir en base a sus necesidades/capacidades. Pero por suerte, tienen libertad de vacunarse cuando quieran.

¿O no?