En 1993, ocurrió un hecho histórico poco conocido en la historia de los Estados Unidos de América, hoy en día sus repercusiones giran en torno al uso excesivo de la fuerza policial y el control agresivo por parte del Estado para con sus habitantes: La masacre de Waco, en Texas.

El 28 de febrero de 1993 unos agentes de la ATF y el FBI llevaron a cabo un allanamiento en un rancho donde vivía David Koresh, un Texano que al momento se hallaba al mando de una secta llamada Dividianos (Branch Davidians), creada en 1955 por Victor Houteff. Considerada una secta cristiana, con una creencia literal de las escrituras. Se establecieron en Waco en 1935 (con otro nombre hasta la llegada de Houteff).
David Koresh (cuyo nombre real era Vernon Wayne) tenia una personalidad muy particular, era mentiroso, lengua afilada y elocuente pero lo que se sabe es que logro formar una comunidad en base a sus creencias religiosas y supo aprovechar momentos de «crisis institucional» para hacerse con el poder de las personas, hasta se proclamaba como el nuevo mesías salvador del mundo cristiano. Todos los negociadores, entre ellos Byron Sage siendo el mas importante concuerdan en que era un maestro de las mentiras y la manipulación.
Vernon tuvo un romance con la profetisa y líder de la secta, Lois Roden, de sesenta años. El joven, de veinticuatro años, proclamó entonces que Dios le había dado el don de la profecía, que lo había elegido para estar con la profetisa y engendrar un hijo con ella, que sería el Elegido. Roden no tuvo problemas en que Vernon propagara su mensaje entre los miembros de la comunidad pero esto provocó discusiones y polémicas en el grupo. George, el hijo de Lois, se sentía con derecho de suceder a su madre y veía a Wayne como un intruso. Una vez muerta su madre, George, que había expulsado a Vernon de Monte Carmelo, estaba en baja, es decir muchos seguidores se habían pasado a las filas de su rival. Entonces le propuso un desafío: un concurso para resucitar muertos; quien más resucitaba se convertiría en el jefe de la secta. Incluso George hizo desenterrar a uno para practicar. Vernon concurrió a Monte Carmelo pero no a resucitar a nadie sino con siete hombres armados.

Resulta que, Koresh encima tenía una denuncia de posesión ilegal de armas de fuego y una supuesta violación junto con abuso infantil, al día de hoy no está bien registrado de donde salieron las denuncias porque solo algunas chicas hablaron de los sucesos pero mucho tiempo después de la redada.
El rancho por su parte conllevaba una lista de practicas desquiciadas protagonizadas por David, sermones y clases de 19hs corridas en las que adoctrinaba a los miembros, despojo de niños de sus padres siendo el quien se encargaría, y además el único capacitado o autorizado para tener hijos era el mismo Koresh, que encima practicaba la poligamia en relaciones que se dice que no eran consensuadas. Decía que el sexo con él era normal, apropiado y deseable pues formaba parte del “plan de Dios”.

Los psicólogos infantiles que luego atendieron a los chicos de la comunidad concluyeron que estaban “significativamente traumatizados por técnicas de sometimiento duras e inapropiadas, incluidos castigos corporales rigurosos, aislamiento prolongado y severas restricciones alimentarias… expuestos a técnicas disciplinarias caprichosas y humillantes”.
Pero no es lo único.
Ese mismo día comenzó una balacera entre los miembros de la secta y los agentes policiales, todavía no se sabe quién disparó primero aunque la versión más extendida es que comenzó cuando la policía abrió fuego contra Koresh en una negociación poco clara. Las negociaciones para dejar el asedio duraron más de 50 días y fue televisado.


Los davidianos se armaron y tomaron posiciones de defensa. En las habitaciones quedaron las mujeres y los chicos. Los hombres de la ATP habían perdido el factor sorpresa y lo sabían, no obstante continuaron adelante. Se acercaron en remolques de ganado tirados por camionetas. Nunca se supo quién comenzó a disparar. Los davidianos dirían que los primeros disparos provinieron del exterior y los agentes de la ATP que vinieron desde dentro de Monte Carnelo. Un miembro de la secta, Wayne Martin, llamó al 911 para pedir que los policías dejaran de disparar. En las cintas de audio se escucha decir a Martin: “¡Aquí vienen de nuevo!” y “¡Son ellos los que disparan, no somos nosotros!”. Desde Monte Carmelo no ahorraron municiones y al final, se negoció un alto el fuego. Cuatro agentes de la ATP murieron baleados y otros dieciséis cayeron heridos, mientras que seis integrantes de la secta fueron muertos a tiros. Como había agentes federales asesinados, el FBI tomó el mando del asedio. Nunca se pusieron de acuerdo en como manejar la situación.

El 19 de Abril de 1993 terminó el asedio cuando los agentes ordenaron entrar al edificio asegurado de la secta y atacar, tanques blindados dispararon y se atropellaron hacia el mismo para provocar agujeros y lanzar gas lacrimógeno, pero nadie salió, sino que después de los disparos un incendio comenzó a arrasar con el edificio donde se ocultaban.
76 miembros de la secta, entre ellos 25 niños y bebés murieron ese día. El primer cuerpo reconocido fue el de David Koresh que además tenía un disparo en la cabeza. Solo nueve miembros sobrevivieron al fuego. La policía culpó siempre a los sectarios de abrir primero fuego, mientras que los sobrevivientes siempre estuvieron firmes en la versión más extendida de los hechos. Luego, se dijo que el incendio ocurrió desde adentro del edificio y una investigación forense lo corroboró, pero también se supo que posiblemente lo causó una de las granadas lanzadas hacia su interior. Según el FBI existieron unos audios que incriminaban a los sectarios de haber arrancado el fuego desde adentro, llevando a los menores a un bunker y no dejarlos salir, pero hasta el día de hoy no se sabe.
