Desde el domingo, iglesia ha decidido prohibirle la entrada a la Plaza de San Pedro a todos los ciudadanos cubanos que vayan a exigir libertad para la isla.
Cientos de manifestantes cubanos llevan varios dias expresando su descontento respecto a la negativa del papa Francisco a condenar las violaciones de derechos humanos perpetrados por el régimen comunista de Cuba.
Buscan denunciar la brutalidad del régimen castrista pero las fuerzas de seguridad de la Iglesia impiden sus demostraciones pacíficas.
Durante las concentraciones, denunciaron que más de 500 manifestantes de las protestas del 11 de julio continúan tras las rejas por ejercer sus derechos durante las históricas protestas que sacudieron el país.
Ahora, los cubanos acusan al Vaticano de “complicidad con el comunismo”.