Un escándalo real está llamando la atención de todos los medios británicos. Se trata de la intervención de la reina Isabel II para evitar una posible condena a su hijo, el príncipe Andrew duque de York, acusado de abuso sexual a una menor. Él mantuvo una amistad con Jeffrey Epstein, el fallecido millonario sobre el que pesan múltiples casos de abusos contra menores.
La reina Isabel asigna fondos millonarios para la defensa de su segundo hijo, demandado en Estados Unidos, aseguró el periódico británico The Telegraph.
En agosto, Virginia Roberts Giuffre presentó una demanda civil ante una corte de Manhattan en la que acusó al príncipe de haberla violado en tres ocasiones cuando tenía 17 años. Los hechos se remontan al año 2001, cuando él tenía 41 años.
También, asegura haber sido esclava sexual de la red de tráfico de niñas que manejaba el magnate Epstein.
Su testimonio se hizo famoso por el documental de Netflix que narró la vida de Epstein y de su pareja, Ghislaine Maxwell, actualmente presa. Ambos dirigieron una red de tráfico de menores a quienes llevaron a sus residencias en Florida, Nueva York, Londres y al este de Puerto Rico.
Según el diario, el abogado estadounidense Andrew Brettler, que forma parte de la defensa del príncipe, cobra unas 1476 libras esterlinas (unos 2000 dólares la hora).
El príncipe no es el único que ha salido salpicado en el caso. El expresidente de EE. UU., Bill Clinton, también fue cercano a Epstein, de hecho, hay fotografías suyas recibiendo masajes de una joven víctima de esta red de tráfico humano.
Una desastrosa entrevista a la BBC fue la que inicialmente dio pie a esta intervención real, ocurrió en 2019 cuando la presentadora le preguntó a Andrew sobre la acusación. Él respondió: “Puedo decirles categóricamente que nunca sucedió”.
Según el diario, “la intervención financiera de la reina se consideró una necesidad”, ya que el duque no tiene ingresos perceptibles y recibe una pensión al año de 20000 libras esterlinas (unos 27000 dólares).
A finales de septiembre trascendió que un tribunal de Nueva York le otorgó al príncipe Andrew hasta el 29 de octubre para que responda a la denuncia.