La Armada Argentina, con meses de preparación para el ejercicio naval internacional más importante de la región, quedó afuera tras no ser autorizada la salida de los dos buques de guerra por parte del presidente de la nación.

El operativo UNITAS, con sede en Perú, fue abandonado a último momento con las unidades navales ya listas para zarpar desde el puerto de Ushuaia.

Argentina es uno de los pilares de la organización del operativo, creado por el TIAR en 1959.

A pesar de la media sanción por parte del Senado, la Cámara baja, que desde julio contaba con el expediente, nunca lo trató.

El Ministerio de Defensa le pasó las culpas al presidente de la nación y voces de la armada alegaron que la situación de las PASO tiene a los funcionarios a cargo de la autorización distraídos.

El 22 de abril se enviaron los permisos para ser elevados y autorizados, el 15 de julio fue aprobado con giro inmediato a la Cámara de Diputados, y allí se terminó.

«La ausencia de Argentina por razones de ineficiencia administrativa o parlamentaria no solo es un bochorno internacional, estamos obligando a los países participantes a reorganizar todo el programa de actividades y reasignar nuestro rol a otro país.»