El jueves, el Presidente encabezó un acto masivo en el estadio de Nueva Chicago en la localidad de Mataderos, que reunió a más de 40 mil personas. El motivo, aglomerar a los movimientos sociales en un evento oficialista. Dirigentes como Emilio Pérsico y Fernando el “Chino” Navarro encabezaron también la jornada, al igual que la candidata a diputada, Victoria Tolosa Paz.

Durante el acto se hicieron numerosas alegaciones acerca de la necesidad de continuidad peronista en el poder. Entre tantos discursos, Pérsico, referente del Movimiento Evita, llamó a una consolidación del gobierno durante 20 años, que recupere los perjuicios realizados durante la gestión de Macri. El presidente, por su parte, alegó que mientras algunos se hallan en Miami, él se encuentra lidiando con el FMI.

Posteriormente, el juez Alejandro Buján decidió allanar y clausurar el estadio, luego de que se declarara ilegal el acto, afirmando que el recinto no contaba con los permisos necesarios para aglutinar tal caudal de personas. A su vez, se procedió en una investigación amparada en el Código Penal, por resistencia a la autoridad y medidas de violación de la pandemia.

El acto duró alrededor de cuatro horas, y fue una de las manifestaciones oficiales de mayor envergadura desde el 2019. La jurisdicción de CABA afirma que las manifestaciones masivas deben tener un tope de 6 mil personas en el exterior, cifra irrisoria en comparación con la convocada por el propio Gobierno.

Una vez más, las leyes y regulaciones aplican para unos pocos, mientras una cúpula se consolida cada vez más a discreción, por encima de la sociedad, burlando la propia justicia.

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