Hoy se recuerda otro aniversario de la última dictadura militar y los desaparecidos que han sido reportados como tal siendo el Estado Argentino el perpetrador. Desde entonces los movimientos han luchado contra la represión tirando cada uno agua para su molino, porque resulta también que en mayor o menor medida, la represión estatal y los crímenes que se dicen nunca más cometer, año a año se replican.
Tal es el caso de lo que hace ya 2 años ocurrió durante la cuarentena dictaminada por el gobierno de Alberto Fernandez, donde salir de tu domicilio era un crimen, y donde el mundo entero conoció las más duras restricciones a sus libertades y derechos individuales. 411 personas son las que se contabilizan como muertes y desapariciones desde el 10 de diciembre de 2019 hasta el 19 de noviembre de 2020.
Este número, anunciado por el CORREPI en su artículo de investigación titulado “La necesidades del pueblo son esenciales, la represión no” incluye 63 casos previos a la pandemia y 348 dentro de la misma donde por ejemplo existen muertes en cárceles o bajo custodia, muertes interfuerzas, cuatro desapariciones forzadas o consecuencias de otros delitos (como las de Magali Morales o Facundo Astudillo Castro)
“Del total de 411 casos registrados desde el 10/12/2019 al 19/11/2020, en el lapso anterior a la pandemia, casi el 30% del tiempo de gestión, se produjeron poco más del 15% de las muertes. En cambio, en el período posterior al 20 de marzo, que representa poco más del 70% del total de días de gobierno, se concentra casi el 85% de los casos.” dice el artículo publicado en 2020.
Desde 1983, los desaparecidos y muertos hasta 2020 se contabilizan en 7587 personas en circunstancias similares a las anteriores descritas. Más allá de los números, y de la veracidad o precisión que se puede encontrar, tenemos un problema persistente y es el resultado de «delegar» nuestra seguridad a un organismo monopólico: hoy estamos más inseguros que nunca.
