Los incendios en Corrientes, surgidos a partir de la fuerte sequía que viene atravesando la provincia desde noviembre, llevan siendo combatidos hace ya semanas, no sólo por el cuerpo de bomberos provincial, sino también por vecinos y productores de la zona.
Según el último informe del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), hay más de 500.000 hectáreas arrasadas por el fuego, aunque las estimaciones de la Defensa Civil provincial arrojan una cifra que asciende a las 750.000-.
Las áreas más afectadas siguen siendo las del noroeste y centro de la provincia, e involucra a plantaciones forestales, bosques nativos, pastizales y zonas de humedales, junto a su fauna correspondiente. La Sociedad Rural Argentina, a partir de un marco referencial de 300.000 hectáreas quemadas, estimó pérdidas productivas que superan los $25.000.000-.
Pese a ser conocida la situación en todo el mundo, el gobierno nacional sigue sin asistir a la provincia afectada, e incluso se lo pudo ver al presidente, Alberto Fernández, en una situación más que fuera de lugar: atajando penales en una playa popular de Mar de Ajó.
A razón de esto, el gobierno fue fuertemente criticado desde todos los bandos. Guillermo Moreno, ex secretario de Comercio Interior y perteneciente al núcleo duro del peronismo, señaló que “el presidente no está apto para estar donde está”. También posteó en Twitter el expresidente, Maurio Macri: “Una sequía histórica se convirtió en un incendio sin precedente. Desde enero la peligrosa situación había sido alertada por las autoridades de la Provincia de Corrientes al Ministerio de Ambiente. Le pidieron aviones hidrantes, vigías y equipamiento. Nunca les respondieron”.
Esta tarde, los diputados nacionales @joseluisespert y @caro_piparo, junto a varios integrantes de la oposición, presentaron en el Congreso un pedido de interpelación contra el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Argentina, Juan Cabandié, por la inoperancia del ministerio ante esta problemática nacional.