El caso de Kyle Rittenhouse se vio afectado en gran parte por una enorme campaña de opinión según las visiones a favor y en contra de los hechos del tema del mes en Estados Unidos.
El joven de 17 años que se defendió de unos protestantes de Black Lives Matter fue absuelto de todos los cargos el pasado 20 de noviembre, su caso desató muchísimos debates en torno a las milicias, el derecho a las armas, las intenciones de los disturbios con sus consecuencias y hasta se puso en duda la autoridad del entonces presidente Donald Trump.
Desde el surgimiento del movimiento “antifascista” la violencia no paró de manifestarse desde todos los bandos, y en la culminación de uno de los casos mas trascendentes se observa como en diversos medios se trató de instaurar una serie de falsas versiones sobre lo sucedido; periodistas y comunicadores (como Juan Ramon Rallo y Ben Shapiro) han tildado esta actitud de los medios tradicionales como “un intento de enjuiciar a alguien en base a una ideología”.
En principio, la versión expandida era que Kyle Rittenhouse es un supremacista blanco que cruzó armado la frontera de dos estados para matar protestantes en Kenosha cometiendo homicidios raciales a sangre fría. Se lo trató de criminal y muchos protestantes querían verlo preso meramente por cuestiones ideológicas, ignorando la realidad de los hechos por conveniencia. Esto se repitió en muchos medios vendiéndose como hecho absoluto.
Los medios masivos, muchos políticos y hasta el mismo presidente Joe Biden condenaron a Kyle y utilizaron los disturbios para su campaña. Resultó después que las acusaciones que los medios profesaban, eran completamente falsas. Jamás mató a ningún afroamericano ni buscó asesinar a ningún protestante por razones ideológicas, fue todo un relato falaz.

A la luz de los hechos el joven acusado nunca tuvo manifestaciones racistas y su alineación a una supremacía racial nunca se probó. Se trasladó desde Antioch (Illinois) a la ciudad de Kenosha (Wisconsin), dos ciudades en distintos estados con 30km de distancia. Se supo que fue en ayuda de unos familiares que temían por su seguridad durante las protestas y allí le dieron un arma para su defensa, no cruzó armado para matar a nadie. Por último, se defendió de tres personas (ninguna de raza afroamericana) que lo atacaron y golpearon sin ninguna razón defensiva. Los atacantes muertos son Joseph Rosembaum, un trastornado que recientemente se había querido suicidar y tenía una condena por pederastia; y Anthony Huber, un protestante que había estado en la cárcel por matar a su hermano.

Se probó que se quiso inculcar una narrativa fraudulenta, las acusaciones y primeras versiones no tuvieron ningún sustento pero ¿por qué entonces se insistió tanto con algo que nunca fue cierto? Se hizo justicia y Kyle salió libre de un juicio por el que no tuvo que ser acusado, sin duda el intento de condena ideológica dio mucho para pensar.