El pasado lunes, en el marco de la cumbre mundial contra el cambio climático COP-26, se anunció el acuerdo entre la empresa australiana Fortescue Future Industries (FFI) y el Gobierno argentino para invertir en el país más USD $8.000 millones, con el fin de potenciar la producción de hidrógeno verde.
Dicho acuerdo fue oficializado en la ciudad de Glasgow, Escocia, tras finalizar la reunión que tuvo como participantes al presidente Alberto Fernández, Santiago Cafiero (Relaciones Exteriores, Comercio y Culto); Matías Kulfas (Desarrollo Productivo); Cecilia Todesca, secretaria de Relaciones Económicas Internacionales y el asesor del ministro de Desarrollo Productivo, Marcelo Kloster, con los directivos de Fortescue, Andrew Forrest (Presidente); Julie Shuttleworth (CEO); Agustín Pichot (Presidente para la Región Latinoamérica); Todd Clewett (Senior Manager Global) y Sebastián Delgui, Gerente Regional de Gobierno y Comunidades para Región Latinoamérica.
El proyecto se desarrollará en las cercanías a Sierra Grande, provincia de Río Negro, ciudad que cuenta con antecedentes en la producción de mineral de hierro. Se prevé que el mismo genere cerca de 15.000 puestos de trabajo directos y al menos 40.000 empleos indirectos.
La prospección que realizó la empresa se basó en analizar la cantidad y calidad de los vientos, fuente energética principal para la producción, y se inicio a través de un acuerdo entre el Ministerio de Desarrollo Productivo, la Nación y el Gobierno de la Provincia de Río Negro. El objetivo de esta inversión es industrializar y exportar los vientos de la Patagonia.

Se espera obtener una capacidad de producción de 2,2 millones de toneladas anuales en 2030, lo que equivale al 10% de la energía eléctrica que consume Alemania en un año. «Argentina es uno de los cinco proyectos principales de la compañía, este se llama Pampas y estará ubicado en la provincia de Río Negro», señaló Pichot.
Además, el ex capitán de la selección argentina de rugby indicó que en los próximos dos años se invertirán cerca de USD $3.000 millones para comenzar a exportar hacia finales de 2024-2025. Las negociaciones con Fortescue Metals Group habían iniciado en noviembre del año pasado, cuando a través de una videoconferencia, anunciaron al presidente Fernández su interés por invertir en la producción de energías renovables en Argentina.
Ahora bien: ¿Qué es el Hidrógeno verde?
El hidrógeno verde es un proceso de producción de hidrógeno para la generación de combustible. Se obtiene a través de agua y el uso de energías renovables y es libre de emisiones. Además, actúa como una fuente energética que no genera gases de efecto invernadero en su uso y puede reemplazar a los combustibles convencionales en la producción de electricidad, calor y otros compuestos.
Como en la actualidad, más del 90% de la producción de hidrógeno, que exige grandes cantidades de energía, se realiza a través de hidrocarburos y fuentes de energía no renovables, la idea a futuro de las grandes potencias mundiales es reemplazar esos métodos por otros más limpios y que no generen CO2. Por otro lado, tiene tres veces más energía que la gasolina.

Fuentes como Bloomberg en línea sostienen que el desarrollo de la industria de hidrógeno verde en nuestro país tendría un rol importante, no sólo en «el camino a la descarbonización y transición hacia formas de energía renovables», sino que además «sería una oportunidad para diversificar la matriz productiva de Argentina y para la generación de divisas a través de la exportación», dado que el hidrógeno verde es cada vez más demandado en el mundo.
¿Son todas cuestiones positivas o tiene defectos?
Como todo, pese a las grandes bondades que presenta esta forma de energía, no deja de tener complicaciones y defectos que impiden su uso masivo, a saber:
En primer lugar, el hidrógeno es considerado peligroso dado que es altamente inflamable, cuestiones como el transporte y el almacenamiento del mismo en forma segura son un desafío que se debe resolver.
Otro inconveniente a destacar es su dificultad al momento de producirlo. En la Tierra, el hidrógeno solamente existe en combinación con otros elementos. Sea en el agua, junto con el oxígeno, o sea en combinación con el carbono, para generar hidrocarburos como el gas, el petróleo y el carbón. Por ende, para utilizarlo como combustible necesariamente hay que separarlo de las demás moléculas, lo que requiere grandes cantidades de energía, volviéndolo un proceso altamente costoso.
No obstante, hace unos años comenzó el uso de energías como la solar y la eólica para producir hidrógeno a partir de un proceso llamado electrólisis, obteniendo como producto final el denominado hidrógeno verde que es 100% sostenible, aunque sigue siendo más costoso de producir que el hidrógeno tradicional.
Hacia la obtención de energías más renovables se dirigen tanto la Unión Europea, como los Estados Unidos, y tal parece que el uso de este combustible renovable a futuro podría ser clave.