Hace unos días, ocurrió un grave hecho de violencia laboral e institucional en el Colegio Provincial de Educación Secundaria N.º 2 Florida Blanca de Puerto San Julián, Zona Centro de la provincia de Santa Cruz. En dicha institución, la rectora María Rosa Navarro, habría recibido un llamado de atención porque, aparentemente, no habría dado cumplimiento a las pautas de trabajo en pandemia que le habían dado desde arriba.
A partir de este asiento, la damnificada eleva un reclamo por escrito detallando todo lo que se había hecho en pandemia, demostrando con evidencia concreta -por ejemplo, la compra de termómetros para tomar la temperatura a los alumnos, que realizó con dinero de su propio bolsillo, como se puede demostrar en la factura adjunta a la nota- que no era cierto que no había cumplido las pautas de trabajo en el contexto de la pandemia por Covid-19.
Luego del reclamo, desde la dirección regional, decidieron hacerle una información sumaria para investigar si había cumplido o no el trabajo en pandemia. Mientras tanto, la rectora fue separada del cargo. Después de ver este manoseo, docentes de la institución en sí, y colegas de otros colegios, hicieron una nota repudiando los aprietes y apoyando a la rectora Navarro. Luego, organizaron un bocinazo multitudinario el día 23/10, habiéndose concentrado en la filial de ADOSAC (Asociación de docentes de Santa Cruz).
A su vez, la docente apartada preventivamente, hizo su descargo en la red social Facebook explicando con detalles lo ocurrido, y al mismo tiempo, en una publicación aparte, comparte la factura de compra de los termómetros como prueba de que no hubo incumplimiento en cuestión, y que además, reiteramos, compró sin ayuda del gobierno provincial.